Deja que cada quien resuelva sus propios problemas y concentra tu energía en tu propia vida. Ocúpate de ti mismo, no te defiendas. Cuando tratas de defenderte
en realidad estás dándole demasiada importancia a las palabras de los otros y le das más fuerza a su agresión.
martes, 30 de agosto de 2011
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